Temblad todos. Especialmente los que tengáis memoria de la ominosa. Vuelve la bandera única. La prueba de que la manifa de Colón fue un acto ultranacionalista fue una ausencia. El nombre de Europa, caldero de fusión de las pequeñas identidades egoístas, máquina de voluntad supranacional y garante de la democracia (y la prosperidad) de España, no asomó ni por casualidad al manifiesto.