La herida abierta por la pandemia en la salud mental de los sanitarios era algo previsible. Ya había ocurrido con brotes menores, como el SARS o el MERS. En una pandemia de esta envergadura, iba a volver a ocurrir, admite Celso Arango (Palma, 52 años), presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría.