El análisis genético destapa migraciones y extinciones desconocidas. Los humanos actuales de Asia y América aún llevan algo del ADN del grupo que vivió en Bulgaria hace 45.000 años, lo que implica que ese colectivo migró hacia el este y sobrevivió. En cambio, el grupo de la mujer de República Checa, cuyo análisis se publica en Nature Ecology & Evolution, desapareció sin dejar rastro.