La belleza es un don inasible. Piedra o pétalo, lo bello (casi igual que lo bueno y lo verdadero) son perfume y recuerdo, insinuación y contorno, o bien, óleo en lienzo y paisaje de variados verdes. La belleza es un nombre cuyas sílabas se deletrean en una tipografía antigua y el azul papel del mar; también es un rostro que creemos nunca olvidar y el silencio de un atardecer en particular.