Plácido Domingo debutaba el año pasado como batuta en Bayreuth. Era el único artista que había cantado y dirigido la orquesta en esta exigente plaza. Semejante gesta no le evitó, en todo caso, los abucheos. “Bah, es lo normal aquí, siempre hay alguien que lanza buuus”, comentaba ayer Katharina Wagner, directora del festival y bisnieta del compositor.