En pleno consejo nacional del PSC, cuando Miquel Iceta está presentando su informe ante los más de 200 representantes que integran el órgano, suena un móvil. Lo hace de forma leve, pero se escucha en toda la sala. Iceta continúa con su discurso sin alterar el ritmo: ni cuando introduce una mano en su chaqueta, ni cuando saca su móvil es el que ha sonado y lo trastea para apagarlo.