El Tribunal Penal Internacional (TPI) emitió ayer una orden de detención contra el presidente ruso, Vladímir Putin, por su presunta responsabilidad en la deportación forzosa de menores ucranios desde los territorios ocupados a Ucrania. Este es un crimen de guerra por el que el tribunal señala también a María Lvova-Belova, comisionada del Kremlin para los Derechos de los Niños.