El Gobierno alemán anunció ayer que establecerá controles fronterizos temporales en todas las fronteras terrestres del país a partir del 16 de septiembre para hacer frente a la inmigración irregular, que ha ido aumentando, y para reforzar la seguridad interior, tras los ataques islamistas con cuchillo en Mannheim en mayo y en Solingen en agosto, que causaron víctimas mortales.