El horror se desató el lunes en el peor infierno congolés. Al menos 129 personas murieron, unas 24 de ellas a balazos y el resto por asfixia o aplastamiento, en el transcurso de un intento de fuga ocurrido durante la noche del domingo al lunes en Makala, la prisión más grande de la República Democrática del Congo (RDC).