Hace ahora 20 años, el 16 de septiembre del 2003, el alcalde Joan Clos, el presidente del Parlament Joan Rigol y el líder democristiano Josep Antoni Duran i Lleida inauguraban en la plaza Adrià del barrio barcelonés de Sant Gervasi-Galvany el monumento a Manuel Carrasco i Formiguera, el líder de Unió Democràtica vilmente asesinado por el bando franquista en 1938.