Se cumplen 20 años desde que George W. Bush anunció el inicio del ataque norteamericano en Irak con el pretexto de que Sadam Husein tenía “armas de destrucción masiva” y de “defender al mundo de un gran peligro”. “No aceptaremos otro resultado que la victoria”, sentenciaba en el discurso del 19 de marzo del 2003.