La Comisión Europea respondió ayer a las protestas de los agricultores europeos, respaldadas por sus respectivos gobiernos nacionales, y propuso una serie de reformas de rápida ejecución para aliviar la “carga” que la última revisión de la política agrícola común (PAC) ha supuesto, en especial para muchas pequeñas explotaciones, y facilitar así el cobro de las ayudas comunitarias.