Las grandes cadenas hoteleras vuelven a poner el foco en Barcelona para traer algunas de sus marcas de lujo más emblemáticas. El año ha comenzado con una apertura de calado, la del hotel Torre Melina bajo la enseña más exclusiva de Meliá, dando una nueva vida al antiguo Juan Carlos tras una inversión de 40 millones de euros con la que se ha renovado por completo el activo.