Las autoridades belgas han reaccionado con indignación e incredulidad a los planes del Gobierno húngaro de fletar autobuses gratuitos para enviar a Bruselas a demandantes de asilo llegados a su país, una iniciativa salida del manual de tácticas del Partido Republicano de Estados Unidos, fuente frecuente de inspiración para el líder ultranacionalista Viktor Orbán.