El término es de origen japonés e indica un maremoto, de esos que dejan tiritando la escala de Ritcher, sinónimo de cambios que vienen y ni se huelen. Lo del 28-M es un ejemplo y lo del 23-J, otro. Y desde estas bases, Galicia nos dirá el próximo domingo pues lo que ya sabemos: que estamos ante un “empate casi perfecto”.