La pequeña fábrica de coches eléctricos y baterías de la empresa boliviana Quantum, en Cochabamba, podría ser un modesto adelanto del sueño de Evo Morales y su sucesor en la presidencia, Luis Arce, de crear una industria nacional aprovechando el depósito de litio más grande del mundo, 500 kilómetros más al sur, en el inmenso Salar de Uyuni.