El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, fue especialmente duro ayer con el entorno fiscal en España, al que consideró una anomalía con respecto a otros países en los que opera la compañía. “Tantos impuestos no hacen que la situación del país sea atractiva para la inversión”, afirmó en la conferencia con analistas de presentación de resultados.