Los libaneses observan catatónicos como, en menos de un día, el centro del conflicto en Oriente Medio se ha trasladado de su frontera sur a Tel Aviv. El lanzamiento ayer de cientos de proyectiles desde Irán hacia territorio israelí pilló por sorpresa al país, que no esperaba que los persas respondieran a la muerte de Hasan Nasralah con tanta rapidez y contundencia.