El primer ministro de Israel, Beniamin Netanyahu, aseguró ayer que su país seguirá atacando “sin piedad a Hizbulah en todo Líbano, también en Beirut”, después de que un ataque del grupo chií matara el domingo a cuatro soldados israelíes e hiriera a otros 60, algunos de ellos en estado crítico, en la base militar de Golani, junto a la ciudad de Haifa, en el norte.