La reestructuración en el grupo automovilístico Volkswagen se ha cerrado con un pacto con el sindicato IG Metall para recotar 35.000 empleos en Alemania, pero sin cerrar ninguna planta de producción en el país. El ajuste de personal se llevará a cabo de manera “socialmente aceptable” hasta el año 2030, según un comunicado hecho público ayer.