El Gobierno salvó ayer una parte de la reforma fiscal, en una apurada negociación con Podemos que se desatascó minutos antes de la votación. Hacienda tuvo que renunciar a algunas medidas, lo que implica que perderá una parte de los ingresos, pero logró convalidar un paquete impositivo que le permitirá aumentar la recaudación en unos 10.