Muchas veces, un gesto de empatía atrae más empatía, creándose una cadena de solidaridad casi infinita. Eso es lo que ha ocurrido en el caso que nos ocupa. Este diario publicaba el pasado domingo, 15 de diciembre, la historia de Javier Cascón, un joven de 26 años que compra pisos en Madrid para cobijar a personas sin hogar.