Hubo un momento en el que Barcelona rechazó el tranvía. Y no, no fue en la consulta de la reforma de la Diagonal del alcalde Jordi Hereu. Mucho antes, a principios del siglo XX, las empresas que dominaban el sector, con el apoyo del Ayuntamiento, torpedearon un ambicioso proyecto de tranvía metropolitano que iba a conectar con el Baix Llobregat.