A la postre, el alcalde Jaume Collboni se avino a las exigencias de los comunes y salvó in extremis sus ordenanzas fiscales. Los de BComú estuvieron a un paso de amargarle los polvorones. Pero un acuerdo de última hora satisfizo los anhelos de los comunes, del todo resueltos a rescatar a los barceloneses de las derivas elitistas del gobierno municipal del PSC.