El ruido de lo cotidiano embarga, aturde el entendimiento y ensombrece la visión del futuro. Y haberlo haylo. Y mucho. Aquí lo definen la crispación política o las elecciones catalanas, a lo que hay que sumar, en el ámbito de la UE, el regreso parcial de la austeridad fiscal en momentos de mayor gasto en armamento o la esperada alza de la extrema derecha.