Flick apostó por introducir a Fermín en el once partiendo desde la izquierda y dar entrada a Gavi en el medio. Y el Barça suplió la falta de desborde por la ausencia de Lamine a partir de una presión colectiva que ellos dos lideraron. En los primeros quince minutos, el juego se localizó un 46% en el último tercio y, en la media parte, el 37%.